Amor con hambre no dura

Por ahí dicen que “amor con hambre no dura” y es que por ejemplo, ¿qué maestro va a ir a la escuela con el estómago vacío? ¿Cómo van a enseñar a nuestros niños con la preocupación de no saber qué darle de comer a los suyos? Así está nuestro sistema todo destruido, en ruinas. Hoy más que nunca la frase de nuestro Simón Bolívar está vigente: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”.

Ojalá Maduro y algunos “rojos” de la élite chavista leyeran esa frase y se ocuparan realmente por nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros sobrinos, en fin, nuestro futuro como país, pero aquí la indolencia es lo que manda. Ellos solo piensan en llenarse los bolsillos y en cómo seguir atornillados en el poder.

Mientras, la prima Carmen clama por una gota de agua, el primo Luis pierde su comida por los apagones, la prima Betsy no puede sacar sus cultivos y el primo Pedro sobrevive entre la humareda de quemas de basura, que le produce una “tos de perro” terrible.

Pese a todo lo malo, hay que buscar un alivio espiritual, ¿verdad? Por eso me eché mi viajecito hasta Barquisimeto para estar en la procesión de la Divina Pastora. Fue hermoso ver tanta gente unida en la fe, con tanta devoción… Te lo digo y se me eriza la piel. Recé por todos nosotros y por lo que se nos viene este año, que espero traiga el cambio que queremos. Yo, por ejemplo, cuando tengo tiempo llevo chamitos y chamitas del sector a inscribirse en el CNE, porque ellos merecen vivir en una Venezuela distinta.

Siempre te pregunto: ¿Qué estás haciendo para que nuestro país sea mejor? Cuéntamelo para llenarme de buena vibra, porque los buenos somos más.

Te dejo, voy a recibir mi dosis de patria. Tengo que dejar mi carro en la cola para surtir gasolina subsidiada, porque me toca echar el jueves, pero debo dejarlo desde hoy. Lo peor de todo es que hay quienes se siguen aprovechando de esta crisis de combustible para meterse unos reales.