Azotados por los choros

Hola, ¿qué tal?

Espero que todo esté bien por allá, dentro de lo que cabe, porque la gran recuperación de la Venezuela productiva se quedó en palabras. Los productores que no son azotados por los choros, pues se las ven duras con las enfermedades y otras situaciones que se viven en el campo.

Hablando de enfermedades, pilas con el dengue que anda rondando por ahí y ya sabes lo que significa enfermarse en este país, donde en los hospitales y CDI los ojitos del difunto Chávez son testigos de la destrucción del sistema de salud.

Y bueno, te cuento que visité a la tía abuela Carmen. Cónchale, la está pasando mal. Nuestros viejitos están desamparados vale, no les alcanza para nada la pensión. Ahí medio la ayudé, pero tú sabes uno anda “juntando medio pa’ completar un rial”.

Le hubiese podido dar más, pero los apagones me llevan al borde de la locura. Se me han quemado varias cosas en la casa, porque no es sólo que se va la luz, sino son los bajones y subidones de electricidad, como dice el meme, “ya no aguanto más”.

Aunque veo por ahí que la gente se está moviendo para resolver sus problemas, como los de Carayaca que se cansaron de promesas incumplidas y construyeron su propio puente.

Pero el cansancio no nos puede vencer para unirnos a los comandos de campaña. Como te lo digo siempre, el 28 de julio será histórico. Los chamos, los viejos, todos organizaditos para salir a votar.

Ese día ojalá haya ríos de gente pacífica y con paciencia que vote por un cambio, porque el voto es el castigo del pueblo en democracia. Sí, sé que me dirás que esto no es democracia, pero quienes creemos en ella sabemos que volverá fortalecida y con vientos de prosperidad.

Te dejo, ya se fue la luz, aunque la que nunca se va es la esperanza. ¡Dios te bendiga!