Cambio profundo en Venezuela

Ando ansioso, faltan 12 días para que los venezolanos decidamos quién será el próximo presidente de la República. Cada vez más se siente en las calles el ambiente electoral, a pesar de los saboteos, detenciones y obstáculos puestos por el chavismo para entorpecer las concentraciones convocadas por María Corina Machado y Edmundo González. Definitivamente, esta campaña ha sido totalmente atípica.

Bueno, al menos, eso me parece a mí, porque cada venezolano vive su propia tragedia y tiene sus razones personales para votar, pero todas coinciden en el mismo punto: queremos un cambio profundo en Venezuela. Si no me crees, ve el ejemplo de las primas Pericana, que venden chupis, pero sueñan con ejercer sus carreras.

Otros votarán porque están cansados de los apagones, la crisis de los servicios públicos, la falta de gasolina en varias zonas, que la plata no alcanza. En fin, son muchos los motivos para salir de este régimen. Creo que aquel mensaje del que hablamos hace semanas de “convertir cada problema en motivación para votar” caló muy bien.

Aquí la gente está preparada, muy organizada con sus Comanditos, se despliegan para que nadie se equivoque y enseñan a votar. Y así vamos esquivando las trabas que nos van poniendo: si nos quitan los buses, nos vamos a pie; si atraviesan montañas, escalamos y pasamos. Hay una voluntad indetenible para avanzar, se respira aires de esperanza, la vibra se siente.

Yo, por ejemplo, te cuento lo que haré el 28 de julio. Nosotros nos vamos temprano a hacer la cola al centro electoral, mientras la prima Ana se encargará del desayuno. Yonaiker que está más chamo, se ocupará de llevar las sillas y los paraguas, la vecina Juanita pendiente con el agüita fría, y así cada uno se distribuye una tarea, pero todos nos quedamos hasta que votemos.

Cuéntame, ¿te organizaste con tu familia y amigos? Espero leerte para que nuestras historias sirvan de motivación. Bueno, me voy al trabajo. Dios te bendiga.