En apenas 11 meses, el restaurante MITA, de los chefs venezolanos Tatiana Mora y Miguel Guerra, se ganó una estrella Michelin.

Desde el corazón del barrio Shaw, en Washington D.C., este local se ha convertido en punto de encuentro de diplomáticos, políticos y curiosos, todos atraídos por un concepto audaz: cocina latinoamericana 100% basada en plantas.

“Vegetales como nunca los habías visto” es la promesa que guía su menú, una travesía desde Venezuela hasta Chile, con platos que honran los sabores del continente sin usar ni una gota de proteína animal.

¿La favorita? Una trilogía de arepas —incluida una versión caraqueña con guasacaca— y un homenaje vegetal al asado negro venezolano.

MITA nació en pandemia, como una idea casera que evolucionó hasta un menú degustación refinado.

“Aquí estamos, contra todo pronóstico”, dice Tatiana, quien trajo consigo la escuela caraqueña y la disciplina del “pichón diario”. Miguel, formado en Le Cordon Bleu, aporta técnica y juventud.

La estrella Michelin llegó como una sorpresa.

“No sabíamos quién nos había evaluado. Pero cuando escuchamos nuestro nombre, supimos que lo habíamos logrado”.