Cuando Ronsuelvic Cavalieri dejó Caracas en 2015, no imaginó que terminaría liderando un negocio gastronómico con identidad venezolana en Nuevo México.

Sin hablar inglés y enfrentando empleos duros, jamás perdió su norte: trabajar con disciplina, aprender y construir algo propio.

El camino fue largo. Desde limpiar oficinas hasta cocinar en casa para sus vecinos, Ronsuelvic encontró en el pan y las arepas una vía para compartir su cultura.

Así nació Cacho’s Bistro, y luego Latin Flavor, un restaurante y food truck que hoy representan la sazón criolla en la emblemática Ruta 66.

Gracias al apoyo de su familia y su incansable pasión, convirtió obstáculos en oportunidades. Adaptó recetas, sumó sabores y formó comunidad.

“Las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos”, afirma con convicción.

Latin Flavor no es solo un negocio, es una declaración de identidad, esfuerzo y fe.

Un recordatorio de que los sueños, con trabajo y propósito, pueden cruzar fronteras y conquistar corazones. ¿Y tú, qué harías si creyeras más en ti?