Chevron se va, ¿y ahora qué?

La salida de Chevron de Venezuela, tras el fin de su licencia el 27 de mayo, reaviva la incertidumbre sobre el futuro de la ya debilitada industria petrolera del país. Aunque el régimen aseguran que los campos seguirán produciendo gracias a los trabajadores locales, expertos alertan que mantener los niveles actuales sin tecnología ni inversión extranjera será un gran desafío.

Francisco Rodríguez, economista, estima que la producción podría caer a 700.000 barriles diarios, afectando no solo el PIB, sino también el ingreso público que financia servicios básicos. En enero, el país alcanzó 1,03 millones de bpd, según la OPEP.

La retirada también impacta el equilibrio geopolítico. El director ejecutivo de Chevron advierte que esto dejaría a China mayor influencia en la región. Mientras tanto, María Corina Machado respalda las sanciones, alegando que levantarlas fortalecería al régimen de Maduro.

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No fue negociación con el régimen: El portavoz argentino Manuel Adorni desmintió este miércoles que la salida de cinco opositores venezolanos asilados en la Embajada de Argentina en Caracas fuese fruto de una negociación con el régimen chavista.

Aclaró que se trató de una operación internacional de extracción, coordinada por Estados Unidos, iniciada en la era Trump. Adorni agradeció al secretario de Estado Marco Rubio y al presidente Trump, subrayando que “no hubo negociación”.

Los opositores, considerados “héroes democráticos”, estuvieron asilados desde marzo de 2024. Finalmente, fueron trasladados a EE. UU., pese al bloqueo de salvoconductos por parte del régimen.