Estos primos no se rinden

Ya pasaron dos meses de la elección presidencial y los venezolanos no se rinden. Exigen la presentación de las actas y los resultados reales, esos 7.303.480 votos que le dieron la victoria a Edmundo González Urrutia, nuestro presidente electo, pero que el CNE se rehúsa a mostrar

¿Qué fue Primo, todo bien?

Ya pasaron dos meses de la elección presidencial y los venezolanos no se rinden. Exigen la presentación de las actas y los resultados reales, esos 7.303.480 votos que le dieron la victoria a Edmundo González Urrutia, nuestro presidente electo, pero que el CNE se rehúsa a mostrar.

El sábado hubo protestas inteligentes, pacíficas, democráticas, hasta silenciosas, pero contundentes como la de los primos de Valencia, que se la comieron con su creatividad.

Aunque algunos se han dedicado a lo suyo, por miedo tal vez, ya que la persecución y las detenciones no paran, otros viven día a día las consecuencias de alzar su voz. Si no me crees, pregúntale a las madres de los detenidos en protestas postelectorales en Anzoátegui: las separaron de sus hijos y los mandaron lejísimos. Hay miedo, de eso van llenas las maletas de los migrantes.

Es que la oscuridad no cesa, y no te lo digo por los apagones constantes, sin ningún tipo de aviso que nos “llevan a monte”, sino porque el tiempo parece detenido, al punto de generar pérdidas humanas. Estamos como en un limbo, en un purgatorio diría mi abuela.

Hay cosas que nos tienen que motivar a mantenernos firmes, pero pacíficos, porque da dolor ver, por ejemplo, cómo empezó el año escolar con planteles por el piso.

Por cierto, el tema de las lluvias, ¡Dios, qué tragedia! Cae un chaparrón y todo colapsa, hay fallas en los servicios que se mantienen por días y se multiplican los damnificados, las vías colapsadas y el caos que generan las precipitaciones en muchos casos por falta de acciones preventivas.

Da dolor ver también las condiciones de nuestra diversidad ambiental, las bendiciones de la naturaleza para Venezuela, son destruidas rápidamente con derrames de petróleo donde nadie se hace responsable. ¿Qué le dejaremos a las generaciones futuras?

Bueno, te dejo, conseguí un tigrito haciendo transporte en las mañanas. Ojalá el suministro de gasolina se mantenga para poder ganarme esa platica.

¿Qué más está pasando?

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