Independencia Alimentaria

Hoy voy al grano y no de maíz, porque aquí producir parece cada día más difícil. Sembrar o trabajar en el campo es rudo en Venezuela. Sabrá Dios cuándo lograremos la llamada “independencia alimentaria”. Todo no queda ahí, porque si abres un comercio, te cierran, si trabajas en un hospital, la plata no alcanza, y por eso nos estamos quedando sin enfermeras.

En las petroleras no le pagan a todo el mundo. Si no, mira a los trabajadores de contratistas que tienen 2 años esperando sus pagos, y el mentado “Bono de guerra” que aumentaron, eso no le llega a todos. Por cierto, ¡eso no fue aumento de salario!

Por eso vimos las calles repletas el 1° de mayo, la gente no celebró el Día del Trabajador y salió a protestar, porque tienen las tripas vacías. Si Venezuela se arregló, ¿por qué los salarios no? Esa es la pregunta que todos nos hacemos.

Lo bueno es que los venezolanos hemos entendido el mensaje, y estos problemas nos impulsan para tener más ganas de votar y también de organizarnos para defender los votos. Basta con mirar las calles que se desbordan de gente, y no deja de sorprenderme la avalancha de personas que reciben a María Corina en su gira por las regiones. Esa mujer está resteada con la campaña en apoyo a la candidatura de Edmundo González.

Veo a cada rato noticias que me motivan, líderes que ven el voto como una salida a la tragedia que ha significado 25 años del chavismo en el poder, partidos que se quitan su camisa y se ponen la camisa de la Unidad Democrática. Creo que vamos por buen camino.

Solo deseo salir de esta pesadilla y lleguemos al día en que no se vaya la luz, que volvamos a tener agua por tubería. Uff sería volver a la normalidad y la felicidad para mí, pero para eso hay que votar.

Te dejo, por ahora, voy a una reunión para ver cómo es eso de los comandos por mi familia, porque yo el 28 de julio voy tempranito al centro electoral. Así le cambien el nombre, ya sé donde me toca. Dios te bendiga