Indignación y barro

La visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, a Paiporta, epicentro de las devastadoras inundaciones, fue recibida con una mezcla de indignación y frustración por parte de los habitantes locales. La comitiva se enfrentó a una recepción hostil, con gritos de "fuera" y lanzamiento de barro, reflejando el dolor y la ira de una comunidad profundamente afectada por la tragedia.

Paiporta, que ha sufrido al menos 62 muertes de las 213 confirmadas en la provincia, se ha convertido en el símbolo de lo que se considera el mayor desastre natural en España en este siglo. La escena fue tensa, con decenas de voluntarios y vecinos encarándose con las autoridades.

A pesar de la hostilidad, los monarcas intentaron dialogar con los jóvenes y voluntarios alterados. El rey, con el rostro y el abrigo manchados de barro, continuó avanzando por las calles principales, tratando de calmar a los presentes. La reina también se esforzó por comunicarse con los indignados, mientras persistían los gritos y los insultos.

Inicialmente, el personal de seguridad intentó proteger a la comitiva con paraguas, pero luego los cerraron mientras el rey seguía interactuando con los afectados. Esta visita pone de manifiesto la magnitud de la tragedia y el descontento de una población que enfrenta las secuelas de un desastre sin precedentes, con un número indeterminado de desaparecidos y una comunidad en duelo.

Muertos por el temporal en España subieron a 217, la mayoría en Valencia

La devastadora DANA que azotó la Comunidad Valenciana desde el martes ha dejado un saldo trágico de 211 fallecidos hasta el momento. Sin embargo, la cifra de desaparecidos ha sido objeto de confusión y debate. La controversia surgió cuando elDiario.es publicó un acta de reunión entre autoridades que mencionaba "1.900 personas denunciadas como desaparecidas", dato que rápidamente se difundió en redes sociales y medios de comunicación.

Es crucial entender que esta cifra no representa un reporte oficial de desaparecidos, sino el número de denuncias recibidas por el servicio de emergencias 112. La confusión se originó por la interpretación errónea de datos preliminares y la variedad de términos utilizados para referirse a los afectados. El acta inicialmente mencionaba 2.500 personas desaparecidas, cifra que se redujo a 1.900 el jueves, pero esto solo refleja las denuncias iniciales, no el número actual de personas no localizadas.

La situación se complica por las dificultades que enfrentan las autoridades para acceder a todas las áreas afectadas, algunas aún inundadas o cubiertas de lodo. La presencia de vehículos y garajes anegados ralentiza las labores de rescate y recuperación. Además, varios cuerpos sin identificar permanecen en la Feria Valencia, donde se realizan autopsias para determinar su identidad. Este contexto contribuye a la complejidad de obtener cifras exactas en medio de la crisis.