La embacárcel

Omar González, dirigente político, denunció un incremento del asalto policial a la Embajada de Argentina en Caracas, donde se encuentran asilados opositores venezolanos. Este jueves, se prohibió el acceso a medicamentos esenciales para tratar enfermedades cardíacas, lo que pone en grave riesgo la salud de los asilados, quienes ya enfrentan condiciones difíciles debido a la vigilancia constante de las fuerzas de seguridad.

A través de su cuenta en X, González alertó sobre la situación crítica que viven los opositores en la embajada, señalando que esta medida arbitraria podría amenazar sus vidas. Los asilados han estado bajo un intenso asedio, con reportes de drones y personal armado en los alrededores de la sede diplomática.

La prohibición de medicamentos se suma a otras restricciones impuestas por el régimen de Nicolás Maduro, que ha intensificado el hostigamiento hacia los opositores. Los asilados solicitan urgentemente la intervención de los gobiernos de Brasil y Argentina para asegurar su salida del país y proteger sus derechos.

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El término “unión cívico militar policial” ha sido adoptado por el régimen de Nicolás Maduro para describir la colaboración entre las fuerzas de seguridad del Estado y los simpatizantes del chavismo, con el objetivo de consolidar su poder en Venezuela. Esta estrategia se presenta como una evolución de la “unión cívico militar” utilizada por Hugo Chávez, enfatizando la fusión de fuerzas populares, militares y policiales para garantizar la estabilidad y seguridad del país.

Maduro ha lanzado operativos de seguridad y desfiles con millas de efectivo, en un contexto marcado por acusación de fraude electoral. La inclusión de la policía en esta unión busca fortalecer el control social y disuadir a los opositores, quienes han instalado a los militares a actuar contra el régimen . Investigadores destacan que este concepto tiene raíces históricas en Venezuela, utilizado desde 1948 para describir el consenso entre lo civil y lo militar.

La izquierda latinoamericana ha reconocido la necesidad de vínculos con el mundo militar para mantener el poder, especialmente después del derrocamiento de Salvador Allende. La creciente influencia militar en la vida civil ha generado preocupaciones sobre la falta de representación civil en el mando, lo que refuerza un clima de intimidación y represión hacia cualquier oposición al gobierno..