La noche de las actas “perdidas”

La gente, desde la madrugada del domingo, había empezado a llegar a los centros de votación. Llevaron sillas plegables y mesas en las que jugaron a las cartas. Tenían que elegir entre Nicolás Maduro, el presidente, el continuador de Chávez, el último muro de la revolución; y Edmundo González, lo opuesto, el cambio, el golpe de timón para Venezuela después de 25 años de chavismo.

El Presidente del Consejo Nacional Electora (CNE), Elvis Amoroso, salió con un papel en la mano y anunció a Maduro como ganador. Después se sabrá que ese documento que sostiene en sus manos debería haber salido de la sala totalizadora, una habitación en la que se imprimen solo los resultados, la suma es automática, pero que en realidad se imprimió en su despacho.

A Gloria, la señora que vive sola, que tuvo que despedirse de sus hijos y nietos cuando emigraron de Venezuela y que en 1998 votó por Hugo Chávez, le salió del alma gritarle al televisor: “¡Nos robaron!”. Escuchó otras voces de indignación en la calle y se asomó. Pronto empezarían a sonar las cacerolas y la tensión nacional. 

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Las estrategias de fraude en Venezuela: Los resultados de las elecciones venezolanas recuerdan a las fraudulentas elecciones nicaragüenses de Daniel Ortega. Elvis Amoroso, presidente del consejo electoral venezolano, declaró a Nicolás Maduro como ganador sin pruebas.

“Las similitudes son muchísimas”, dice el opositor nicaragüense Eliseo Núñez, al comparar la reciente jornada electoral de Venezuela con las últimas elecciones que Daniel Ortega ha ganado, “con más trampas que votos” para mantenerse en el poder por 15 años.

Juan Sebastián Chamorro, uno de los encarcelados por pretender ser candidato presidencial y competir contra Ortega, aclara que “hay una diferencia entre la estrategia de Maduro y la de Ortega, y es que Maduro sí dejó correr a la oposición, sí permitió la primaria, aunque puso todos los obstáculos posibles para que no fuera a María Corina Machado, y con eso quería matar también el ánimo de la gente al no dejarla correr y que solo corrieran candidatos colaboradores”, dice