Los busca la Interpol

La tarde de este miércoles, 25 de septiembre, el juez federal argentino Sebastián Ramos, ordenó formalmente la orden de detención internacional contra Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.

De acuerdo con un artículo publicado por el diario argentino, El Clarín, el objetivo de la Justicia de Argentina es solicitar a la Interpol una alerta roja de captura contra Maduro, Diosdado y otros funcionarios, para que sean detenidos y extraditados a la Argentina para ser indagados como responsables de “graves violaciones a los derechos humanos cometidas contra ciudadanos en Venezuela”.

El medio de comunicación argentino destacó en su reporte, que los jueces Llorens, Bertuzzi y Bruglia, fueron quienes emitieron y aprobaron la resolución tras violaciones de DDHH que se han cometido en Venezuela, desde 2014 hasta la actualidad.

Sebastián Ramos, a cargo del juzgado federal 2 en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal de Argentina, se encargará de liderar el proceso ante la Interpol para que se aprueben las alertas rojas de detención internacional.

La atención a la salud en Venezuela retrocedió 120 años

Alarmante conexión entre el cambio climático y las devastadoras inundaciones que azotaron Europa Central este mes: Las lluvias torrenciales, que superaron los registros históricos en países como Rumania, Austria y Hungría, fueron intensificadas en al menos un 7% debido al calentamiento global. Los científicos advierten que cada grado de aumento en la temperatura global permite que la atmósfera retenga más humedad, lo que a su vez incrementa la probabilidad y la intensidad de las precipitaciones extremas.

El encuentro entre el aire frío ártico y el aire cálido y húmedo del Mediterráneo y el Mar Negro creó las condiciones perfectas para estas lluvias torrenciales. Sin embargo, el cambio climático ha exacerbado esta situación, convirtiendo lo que ya era un evento meteorológico extremo en una catástrofe. Los expertos proyectan que si el calentamiento global continúa a este ritmo, podemos esperar inundaciones aún más severas y frecuentes en el futuro.

Las consecuencias de estas inundaciones son devastadoras, tanto en términos humanos como económicos. Las viviendas han sido destruidas, los cultivos arrasados y las infraestructuras dañadas. Este evento sirve como un claro recordatorio de los costos reales del cambio climático y subraya la urgencia de tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los científicos enfatizan que la tendencia es clara: si no actuamos ahora, las futuras generaciones enfrentarán un futuro cada vez más incierto y lleno de desafíos ambientales.