País de contrastes

Epale, feliz día ¿cómo está todo por allá

Aquí siempre se ha hablado de que “Venezuela es un país de contrastes”, pero estoy convencido de que es más un “país de contradicciones”. Desde mi punto de vista, “no somos ni chicha ni limonada” y te voy a contar por qué.

Empecemos hablando de la tortura eléctrica, sí TORTURA, porque pasar 10, 12 o más horas sin servicio no tiene otra calificación. Entonces, sale el ministro Néstor Reverol, responsable de “Cortoelec”, a pedir paciencia. Dime tú, pasamos de tener un sistema eléctrico robusto, uno de los mejores de Latinoamérica que daba hasta para exportar electricidad, a ahora nos piden tener paciencia ante los apagones.

Se habla de fomentar el turismo, abriendo vuelos internacionales, pero nuestra perla del Caribe, nuestra isla de Margarita se hunde en un mar de problemas económicos, falta de servicios, desempleo y desabastecimiento… Ah y no olvidemos que en tierra firme las carreteras están “pal’ perro”. ¿Cómo se hace turismo así? No podemos ni producir nuestra comida.ce turismo así? No podemos ni producir nuestra comida.

Otro ejemplo de estas contradicciones, que se cuenta y no se cree. Estamos bendecidos por abundantes ríos y acuíferos subterráneos, y no hay agua. Los acueductos tienen añales de obsolescencia, y el chavismo-madurismo tiene 25 años mandando, ¿quién tiene la culpa? Ahí te la dejo.

Este año hay “fiesta electoral”, eso es un mandato constitucional, y en teoría podemos elegir un nuevo presidente, pero están poniendo trabas por todos lados. Es como que te hagan una celebración por tu cumpleaños y no te inviten. Sí, hablo de María Corina, quien está inhabilitada (según el TSJ revolucionario), a pesar de que fue electa en un proceso de Primaria. Pero la candidata de la oposición sigue recorriendo el país, uniendo voluntades y los necesarios apoyos.

Quiero saber qué piensas: ¿somos un país de contrastes o de contradicciones? ¿Será que estoy equivocado? Me gustaría leerte.

Por cierto, me voy y no a una fiesta de Carnaval, sino a una mamarra cola pa’ echar gasolina. ¡Dios te bendiga!