"Prefiero morir que seguir así"

Mariana González, una joven de apenas 16 años detenida arbitrariamente por el régimen de Maduro el pasado 29 de julio, le escribió una desgarradora carta a su madre desde el comando de la Policía Municipal de Tocuyito, estado Carabobo, sitio de su reclusión.

“Siento que ya no puedo más y que me quedo sin fuerzas, sin ganas de vivir, porque vivir ¿para qué? (…) prefiero morir que seguir así”, escribió la adolescente en la misiva con fecha del 20 de noviembre.

Vente Venezuela mencionó que la adolescente fue interceptada por funcionarios el pasado 29 de julio, cuando regresaba de comer perros calientes. Además, la organización indicó que tanto ella como los más de 1.900 presos políticos sufren un daño irreparable.

El 2 de diciembre, durante una vigilia en Caracas, familiares de presos políticos denunciaron que unas 12 personas privadas de libertad han intentado quitarse la vida. Los hechos habrían ocurrido en el Internado Judicial de Carabobo, conocido como Tocuyito.

La carta que Mariana González, de 16 años, le escribió a su madre

Más de 15 días sin agua en sector El Zorro de Maturín

El síndrome del hombre árbol, conocido como epidermodisplasia verruciforme (VE), es una enfermedad genética extremadamente rara que provoca el crecimiento de lesiones cutáneas similares a la corteza de un árbol. Estas protuberancias, que pueden ser dolorosas y debilitantes, afectan principalmente áreas expuestas al sol, como la cara y las extremidades, y se estima que hay alrededor de 200 casos documentados en la historia médica.

Los síntomas incluyen verrugas de diferentes tamaños y texturas, que pueden fusionarse y causar incomodidad significativa. Además, existe un alto riesgo de desarrollar cáncer de piel, especialmente carcinomas de células escamosas. La condición puede llevar a dificultades en las actividades diarias y a un impacto emocional considerable en quienes la padecen.

La causa del síndrome radica en mutaciones genéticas que afectan el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad al virus del papiloma humano (VPH). Esta enfermedad se hereda de manera autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben ser portadores del gen defectuoso para que un hijo pueda desarrollarla. Aunque no hay cura, el tratamiento se centra en la eliminación quirúrgica de las lesiones y el manejo de los síntomas.