Puentes de naipe

Estoy impresionado con todo lo que está sucediendo. Esta ha sido la semana de los alcaldes y los puentes rotos, por llamar de alguna manera lo que ha pasado.

Empecemos por las carreteras: muchas en 20 años no han recibido un mantenimiento real, y ni hablar de las cárcavas que prácticamente se devoran las vías en Puerto Ordaz. Pasar por un puente es un acto de valentía, porque se desploman como naipes, y los que aún siguen en pie, están a un soplo de colapsar, una metáfora de cómo está nuestra Venezuela.

Te decía que también era la semana de los alcaldes. En el régimen se volvieron locos y no avisaron. La arremetida contra los mandatarios locales ha sido tremenda, porque los que no quedaron inhabilitados por el CNE (sin ningún fundamento legal), están presos o investigados. ¿Por qué será? Yo sé que tú sabes o, al menos, lo intuyes. Yo pienso lo mismo que tú.

El cambio es indetenible, en el Gobierno lo saben, y por eso andan enloquecidos, pero no hay amenaza que valga. La gente sigue resteada para votar, porque está cansada de que sus familiares mueran por la crisis eléctrica, de que les salga agua de cloaca por la tubería, de que al enfermarse tenga que calarse el calvario que es ir a un hospital.

Como me decía el primo Alcides, el de Cabimas, la siembra de odio entre las mismas familias se tiene que acabar y este 28 de julio tenemos una oportunidad. Por mi parte, sigo organizando a la gente, y cada vez que tengo que ayudar a alguien, pues me aguanto y los apoyo. ¿Tú ya sabes cómo harás ese día de las elecciones?

Bueno, te dejo, voy adonde la prima Ana Lucía, que me pidió apoyo para organizar su Comandito en el condominio. Luego te cuento cómo me fue. ¡Dios te bendiga!