En nuestro Domingo Fresh queremos contarte la inspiradora historia de Xileth Bustamante, una maracucha que ha llevado la esencia de Venezuela hasta Reikiavik, Islandia. Desde hace 22 años, Xileth ha estado conquistando corazones (y estómagos) en un lugar donde la gastronomía venezolana era prácticamente inexistente. Su aventura comenzó en la pequeña cocina de su casa, donde empezó a preparar arepas, empanadas y tequeños para generar ingresos y compartir su cultura.

“Soy muy criollita y amo nuestra comida típica”, dice con orgullo. Al llegar a Islandia, se enfrentó a múltiples desafíos, incluido el idioma. Sin embargo, su determinación la llevó a aprender islandés e inglés, lo que facilitó su integración.

La clave de su éxito radica en la perseverancia y el deseo de compartir su cocina. Lo que empezó como un pequeño emprendimiento en casa se ha convertido en un verdadero puente entre dos culturas. Su cuenta de Instagram (@comidavenezuela.is) ha sido fundamental para atraer clientes, quienes ahora disfrutan de la deliciosa sazón que Xileth ofrece.

A pesar de los obstáculos, como la burocracia para formalizar su negocio, Xileth está decidida a seguir compartiendo su amor por Venezuela a través de la comida. “Siempre es un orgullo dar a conocer el país que tanto amo”, dice ella.

Las personas en Reikiavik tienen un pedacito de Venezuela. La gastronomía tiene el poder de unir culturas, y ella es una verdadera embajadora de esos sabores.