Venezolanos, el Darién y el efecto Trump

Jesús Chávez, un pastelero de 34 años de Barquisimeto, llegó al pequeño pueblo de Bajo Chiquito, en el límite de la selva del Darién, Panamá. Viaja con cinco personas más, entre amigos y familiares, tras haber partido de Venezuela una semana antes con la esperanza de llegar a Estados Unidos.

Su historia es una más en el vasto éxodo venezolano, pero con un giro reciente que acelera su marcha: la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE. UU.

Jesús y su grupo, como tantos otros migrantes, estuvieron esperando en Venezuela los resultados de las elecciones de julio. Pero cuando Nicolás Maduro fue declarado ganador, a pesar de las evidencias de fraude, decidieron que ya no podían esperar más. “No veíamos ninguna esperanza”, dice Chávez.

Mientras caminaban por la jungla del Darién, recibieron la noticia de que Trump había ganado. “Estamos tratando de llegar lo antes posible, antes de enero, para ver si tenemos una oportunidad con CBP One”, comenta Jesús.

Se refiere a la plataforma en línea del gobierno estadounidense que permite a los migrantes solicitar citas para pedir asilo en la frontera. Pero Trump ha dicho que tiene la intención de terminar con esta opción, lo que hace que la carrera hacia el norte se vuelva aún más urgente.

Con casi 289,000 migrantes registrados en Panamá hasta ahora, el 69% de ellos son venezolanos, y las historias como la de Jesús son cada vez más comunes.

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Advierten que 75% de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

renovación de EEUU a la licencia de Pdvsa: Este jueves, Estados Unidos renovó la licencia a PDVSA y extendió la protección a CITGO hasta marzo de 2025.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) permitió que PDVSA realice ciertas operaciones en Venezuela, incluyendo la seguridad de activos, pagos de impuestos, salarios y reuniones corporativas.

La nueva licencia sustituye a la anterior, que expiraba en noviembre de 2024. Además, la OFAC emitió la Licencia General 5Q, que protege a CITGO de los acreedores de los bonos PDVSA 2020, permitiendo transacciones relacionadas hasta marzo de 2025, bajo ciertas limitaciones y condiciones específicas.